Reformados escolásticos - siglos
XVI y XVIIs
Proponemos publicar estudios y revisiones de las teorías políticas reformadas clásicas, y sobre la
introducción de teorías revisionistas que condujeron a la visión moderna de la iglesia como
asociación voluntaria o asamblea de los elegidos. La teología reformada bipactal original en
distinción a los puntos de vista unipactal y tripactal que predominan hoy en día.
Cuando se menciona la visión reformada de la cultura, lo que casi siempre viene a la mente es la
filosofía transformacionalista kuyperiana. El verdadero punto de vista cultural reformado sigue
siendo en gran medida desconocido. Hoy en día, la hegemonía intelectual kuyperiana está
siendo cuestionada, y es importante explicar en qué difiere de ella el pensamiento reformado
histórico. Los reformados comenzaron a desarrollar una teología integral en la que el programa
de Dios desde la Caída se integraba en el Pacto unificador de la Gracia. Si este era el centro de
la acción de Dios, ¿cómo encajaban en este pacto el Estado y los esfuerzos culturales generales?
En este punto, los reformados recurrieron a la herencia medieval de diversos autores
escolásticos para proponer una teoría de lo que era el Estado. Esto encajaba con lo que Pablo
decía sobre el propósito del magistrado de hacer el bien. Era posible relacionar esta actividad
con la Alianza de la Gracia, ya que el Estado se consideraba un socio de la Iglesia institucional.
Tal y como se formulaba en las confesiones reformadas, el estado era responsable de mantener
el establecimiento de la iglesia con una doctrina correcta, y el estado se aseguraba de que el
pueblo se sometiera a esta iglesia. De este modo, la Iglesia podía llevar a cabo su tarea no sólo
sin obstáculos, sino con el pleno apoyo de la sociedad.
La Ilustración destruyó el consenso religioso intelectual en los pueblos de Europa y dio lugar a
una creciente falta de voluntad para apoyar el establecimiento de una doctrina tradicional. En
los Países Bajos existía el problema adicional de que la presencia de muchos católicos romanos y
arminianos, así como de reformados, significaba que el establecimiento eclesiástico efectivo
nunca había podido ajustarse a la teoría. Sin embargo, al mismo tiempo los reformados eran lo
suficientemente fuertes como para considerarse capaces de aspirar a un programa integral para
la sociedad. Esta situación única dio lugar a la invención de un programa sustitutivo del
escolástico que se consideraba fracasado.
En Nueva Inglaterra, donde cabría suponer que el control puritano habría dado lugar a un nuevo
programa cultural, el rechazo de la idea reformada de la Iglesia en favor de una Iglesia pura de
verdaderos creyetes puso en marcha una secuencia de cambios que condujeron no sólo a una
pérdida de control, sino finalmente a una concepción de la Iglesia como una asociación separada
de la sociedad.
La solución encontrada en los Países Bajos, que ha adoptado los nombres de kuyperianismo,
transformacionalismo o neocalvinismo, fue una alternancia radical de la teología reformada,
introducida principalmente por Abraham Kuyper. Donde había existido una teología bipactal, el
Pacto de Obras en el momento de la creación y el programa restaurador de Dios del Pacto de
Gracia, se introdujo un tercer pacto, el Pacto Común. Mientras que la mayor parte de la teología
reformada tradicional debía seguir vinculada a los dos pactos tradicionales y, según se pensaba,
permanecer inalterada en su propio ámbito, las cuestiones culturales, es decir, el Estado, la
sociedad, la economía, etc., debían basarse en el Pacto Común. Éste podía considerarse como
un segundo programa de Dios distinto al del Pacto de Gracia, y ya no sería necesario integrarlo
todo de algún modo en el Pacto de Gracia para dar a todas las cosas un sentido cristiano. Como,
no obstante, se pensaba que este Pacto Común estaba bajo Dios y era un pacto, hubo que
proponer un principio teológico, pero propio, como una especie de índice del funcionamiento de
este pacto. Este principio era la Gracia Común. Pero el principio tenía que ser equilibrado por
un opuesto dialéctico, por lo que había un principio divisorio, Antítesis, colocado al lado del
unificador de la Gracia Común.
En torno a esto se construyó un sistema conceptual basado en gran medida en los conceptos de
la teosofía alemana, que se había hecho popular entre algunos teólogos reformados holandeses.
La antítesis era, de hecho, uno de estos conceptos. Aunque la intención de esta filosofía era
introducir una visión cultural transformadora cristiana, capaz de avanzar sobre sus propias
piernas independientemente de la teología, la opción más fundamental que hizo esto posible fue
la separación de la cultura del Pacto de Gracia, dándole su propia base pactal distinta. Esto
significaba que el programa también podía invertirse. Una vez que la cultura se separó del Pacto
de la Gracia, también se pudo construir una teoría cultural antitransformacional que descartó la
importancia de la cultura, ya que ahora se consideraba que no estaba relacionada con el Pacto
de la Gracia.
Esto, de hecho, sucedió, y se produjo de esta manera: Como la Gracia Común tenía que operar
bajo un pacto divino, inevitablemente fue tratada como una especie de principio teológico, y
como tal no podía realmente mantenerse fuera del Pacto de Gracia. La Gracia Común
proporcionó una forma de introducir tendencias arminianas en la Teología Reformada sin tener
que basarlas en los principios arminianos que las Confesiones habían condenado. Esto resultó
irresistible para aquellos teólogos que deseaban modificar sus ideas sobre la salvación. De esta
forma, el kuyperianismo entró en la Presbyterianiam cuando varios teólogos reformados
holandeses se establecieron en el Seminario Westminster. Cornelius Van Til deseaba
especialmente hacer un uso teológico de la Gracia Común, y también aceptó el esquema
tripactal. Pero para Van Til, el Pacto Común era una noción limitadora que circunscribía el
ámbito de aplicación del Pacto de Gracia. No parecía tener mucho entusiasmo por el carácter
transformador del cristianismo. Sin embargo, algunos de sus discípulos, en particular R. J.
Rushdoony, estaban muy orientados a una visión transformacional, pero para llevarla a cabo
tuvieron que ir más allá de Kuyper y añadir una amplia base bíblica a su transformacionalismo.
Al mismo tiempo, en Westminster se desarrolló el punto de vista opuesto, antitransformacional.
Meredith Kline veía el Pacto Común como algo necesario sólo para mantener el mundo
funcionando el tiempo suficiente para que el programa de Dios bajo el Pacto de Gracia se
llevara a cabo hasta el final. En ese momento, todo lo desarrollado bajo el Pacto Común sería
consignado a la destrucción en una conflagración al final del mundo, y sería reemplazado por un
orden celestial perteneciente a los otros pactos. La teología de Kline fue desarrollada por sus
sucesores como la teología radical de los dos reinos. Como antitrasformacionalistas, se
consideran antikuyperianos, aunque se basan en el tripatalismo de Kuyper tanto como los
transformacionalistas. Para ellos, el Pacto Común sirve para dejar de lado la cultura como algo
ajeno al programa de Dios.
Tanto los transformacionalistas como los teólogos radicales de los dos reinos quieren reivindicar
una identidad reformada, quizá principalmente para controlar los seminarios y las
denominaciones, y por eso se han dedicado a falsificar la teología de Calvino y de los demás
reformadores para intentar borrar la visión escolástica de la relación de la cultura con el Pacto
de la Gracia. Al mismo tiempo, un tercer grupo, kuyperianos desilusionados que han renunciado
al esquema tripactal, formularon teologías unipactales en las que la gracia y las obras se
combinan en un único pacto. Algunos de ellos han aplicado una fuerte tendencia niveladora a la
historia, adoptando una visión fuertemente clerical de la Iglesia, e incluso proyectando el
sacerdocio y el sacrificio hacia antes de la caída, para hacer más uniforme el funcionamiento
del pacto único en todos los periodos. También se han esforzado por tergiversar la teología de
los reformadores.
- Pufendorf Sobre la religión civil y la Iglesia como mera asociación
Ruben Alvarado -
Fuente del Liberalismo Simposio sobre La Fuente del Federalismo
El contraste de la visión reformada original con las visiones bautista y reformada moderna
del pacto
Comparación de las visiones bautista y reformada del Pacto. Reseña de Un mejor pacto: La
fundación doctrinal del credobautismo, por Pascal Denault
Diferencia entre las teologías reformadas moderna y escolástica
La Teología Radical de los Dos Reinos, una prehistoria y una reseña de Salvados para ser
guerreros: Exponiendo los errores de la teología radical de los dos reinos, por Bret McAtee
Johannes Althusius
William Ames
Una colección de ensayos, en su mayoría desde una
perspectiva tomista. Aunque la mayoría son ataques
mal informados a la apologética de Cornelius Van Til,
hay tres ensayos históricos sobre aspectos del
escolasticismo en la teología protestante.
Formato PDF
Una crítica del neo-escolasticismo de
Davenant House, en comparación con las
tradiciones intelectuales mas ámplias, de la
edad medieval y el modernismo temprano.